domingo, 15 de mayo de 2011

Sabado y de mañana

Me desperté, y abrumado de la presencia, volví al sueño, no sabía si aun dormía o si realmente lo había vivido, las imágenes tersas de una noche larga me hacían sentir un sopor profundo en la mañana húmeda, era la primera vez en dos semanas en las que me podía levantar a las 8am, era tarde, recordé q a las 5 me había despertado, había apagado la perenne señal que martiriza de lunes a viernes, me recuerda el frío de la madrugada y la dolorosa confrontación de la nada, de saber que tengo q levantarme temprano. Le ruego a la almohada los últimos besos en el cachete y me despido de ella con cierta nostalgia, recordé que todo eso me había pasado, pero hoy no, hoy era sábado y el sueño que me invadió fue bizarro, extraño como una película western vista en un iPod, me levanté de la cama y empecé a recordar, en ese pequeño trecho de mi cuarto al baño solo recordé dos cosas, una blusa negra con un escote disimulado, pero que a la vez, invitaba al pecado, cubría de manera tímida dos pechos inquietos, como recién cubiertos después del rocío, un par de tirantes sencillos que recorrían delicadamente una piel cálida, tersa, y un poco blanca. El cuello, firme y precioso, terminaba en un cabello negro y lacio, no recuerdo distinguir la cara, pese a ello se quien era la mujer, es paradójico .
La segunda idea que me invadió, fue la de un barco, una brisa, suave pero fría que calaba en los huesos e incitaba al abrazo, pero no fue así, ella, se mantenía radiante en algo parecido a una popa, no me quedaba mas que esperar, a la imagen de mis sueños siempre las acompaña un sentimiento, un olor, un azul, una situación indescriptible, inefable, pero que está. Esa situación era algo parecido a un naufragio, a una soledad infinita en la que cabíamos solo dos, una mujer tan descubierta y amable, que nunca demostró intención alguna en darme una muestra de cariño, su sonrisa frívola, lejana y un poco amable, era como la de esas películas “románticomeditrágicas” donde al final, en ese incómodo “the end” la chica tipo Julia Roberts sonreía, como si lo supiera todo, como si lo hubiera ganado todo, como si el todo existiera, y con una burla a la incertidumbre que me conmovió. Es extraño, muy extraño, ubicarme en estas dos ideas, la blusa negra y descubierta y un barco a la deriva, pero azul. Se que no me sorprende porque siempre lo he sufrido, sueño en imágenes, bueno, quizás no, pero mi recuerdo se configura posteriormente en un .jpg en lugar de .avi, es así, no me queda otra opción al insistirle a mis sueños e intentar descifrar las imágenes, ya es sábado, y me he bañado, listo para ir a yoga pienso en ese barco, en ese escote humilde pero desvergonzado que me ha perturbado el sueño, tanto parta recordarlo.

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